Este film es un hipnótico delirio de autodestrucción.

 

El callado y tímido Joseph (Ben Whishaw) vive de forma modesta en Londres, alternando entre su solitario apartamento y el aeropuerto en el que trabaja como miembro de seguridad. Su cumpleaños pasa sin que ninguno de sus compañeros lo sepa, y tan solo se celebra en casa de sus irritables padres. Algo parece estar cambiando bajo la pacífica apariencia de Joseph. Tras una serie de extraños incidentes, decide dejar atrás sus buenos modales para protagonizar una increíble y frenética aventura por las calles de la ciudad.

No soy la primera ni la última, que nombra al Joker de Pohenix y sinceramente Ben Whishaw, le ha robado el puesto a un gran actor camaleóninco. La interpretación de Whishaw, es excelente.

Las enfermedades mentales son complejas de plasmar, porque el mecanismo para que se ponga en marcha ha de encanjar a la perfección. Y no siempre se consigue. Lo digo por otros títulos de esta temática, que difícilmente se acercan a la realidad. "Surge", lo consigue y eso tiene mucho mérito.

Whishaw, me ha impactado de cómo se ha memitizado con su peronsaje y le ha dado forma a Joseph con su brillante actuación, dándole todo el realismo con sus tics, sus gestos desgarradores que hablan más que las palabras y con sus miradas penetrantes. He llegado a sentir compasión por él. Me duele ver que alguien lo está pasando mal y más en esas circunstancias.

Creo que todos hemos tenido algún episodio caótico en nuestras vidas, ya sea en mayor o menor medida. Esta sociedad tan marcada por las prisas, por la teconología y otras distracciones, que olvidamos lo que tenemos a nuestro alrededor. Esto lo comento por algo que pasó hace unos meses en un parque. Pero eso me lo guardo para mi.

Esta película es muy recomendable. Ganó el premio especial de jurado en el Festival Sundance en 2020.