Una novela ligera de humor rotundo.

Nando Abad es guionista y creador de comedias de televisión. Nació en Madrid en 1979. Es licenciado en Comunicación Audiovisual, cursó el primer ciclo de licenciatura en Psicología y realizó el Máster en Creatividad y Guiones de televisión, del que también ha sido profesor.

Desde 2005, lleva escribiendo humor en forma ininterrumpida. Ha firmado como guionista cerca de un centenar de capítulos de diferentes comedias emitidas en prime time. En su trayectoria  destaca haber sido guionista de 7 Vidas, guionista y productor ejecutivo de la comedía Aída y guionista y uno de los creadores de la serie El pueblo. En 2009 recibió el premio al mejor guión de la Academia de la Televisión.

Nando Abad nos cuenta la historia de Andrés, un contable que se está divorciando de la que hasta entonces ha sido su mujer, Gloria, y madre de sus dos hijos (Paula y Martín).

Andrés no pierde la esperanza de volver con ella antes de firmar los papeles del divorcio, pero Gloria tiene otros planes.

Y su afán en recuperarla...

El título me ha encantado. Porque decir "jode", hoy en día digamos que rompe barreras de algún modo, debido a que todo tiene que dar buen rollo. Y no, amigos, no tiene por qué ser así. Por tanto me parece muy acertado.

Reírme a carcajadas con un libro. Hacía años que no leía algo tan bueno y me hiciera cosquillas, tanto que tuve que dejar de leer una parte en concreto, porque las lágrimas me impedían seguir. Algo que viene muy bien en estos tiempo convulsos que estamos viviendo. Que parece que el guión de 2020, fue escrito por Stephen King. 

Los diálogos de la novela cuidados al detalle, donde puedes incluso verte reflejada e hilirantes porque es un enredo en sí mismo y eso lo hace más qué interesante. Y Andrés vive situaciones absurdas cómo divertidas.

Esta novela nos lleva por dos caminos, el de la risa y el de la reflexión. Sin hacer paradas. Y eso es fácil de conseguir. 

A mitad de novela da un giro del cual no me esperaba. Así que me tomé uno pequeñito descanso para similar lo que estaba leyendo. Al retomarla me dio un chasquido el cerebro y entonces volví a reír porque no daba crédito a como seguía la historia. Una historia que se había tornado a situaciones de lo más disparatadas y surealistas y llega un punto en que parece que tú estás vivido todo eso.

Que todos hemos sido alguna vez un «calcetín desparejado». Todos podemos sentirnos identificados con el protagonista porque en algún momento de nuestras vidas nos han dejado o hemos dejado. Y nos hemos sentido solos, perdidos y sin rumbo. 

Cuando lees esta novela todo es muy visual y muy cinematográfico, por lo que podemos ir acompañando al protagonista en todos los líos en los que se va metiendo.

Todos los personajes, tanto el protagonista absoluto como los secundarios, están muy bien caracterizados y son tan humanos como peculiares. Andrés es un contable hipocondríaco y que tiene miedo a todo; ese miedo lo paraliza y es incapaz de vivir, él se limita a sobrevivir; es el personaje que más evoluciona de toda la novela. Gloria, su exmujer, es una policía que se ha cansado de que su marido sea un pelele, por lo que ha decidido divorciarse de él; mi favorito de la novela, porque es el más coherente y el más «normal». Andrés tiene un hermano, Raúl, que es también su jefe; un imbécil integral al que, a mi parecer, le faltó un guantazo con la mano abierta de pequeño. Su hermana, Aurora, una mujer de mucho cuidado, del rollo yoga y muy zen. Y la madre, Juani, de la que cito la descripción que aparece en la novela, porque es bestial: «Si Messi fuera una señora de setenta años, se movería exactamente como ella. Si Lola Flores fuera una señora de setenta años viva, hablaría exactamente como ella»; imaginaos cómo es la señora en cuestión, que en un momento dado le dice a su hijo (según ella para levantarle la moral): «llevas aquí tres meses, a mí me duró menos el luto por tu padre»; para echarse a temblar.

El final es brillante e inesperado. No sabía cómo iba a salir del embrollo en el que había metido al protagonista y a los personajes que lo acompañan en esta aventura, pero lo cierra de una manera magistral. Con ese giro convierte la novela en completamente redonda.