Mi vecino Pablo

 


Hoy quiero hablaros de él, porque se merece un hueco en mi blog. Es un hombre generoso, atento y en numerosas ocasiones yo le he echado una mano en lo que podido y él ha hecho lo mismo. Ayer sin ir más lejos me pidió un poco de perejil, porque no tenía y yo se lo di encantada. Hace un rato han tocado el tiembre de mi casa y al mirar por la mirilla, he visto que era él. Al abrirle la puerta me ha dado dicho: Toma, esto es para tí cómo muestra de agredecimiento porque me salvaste. Yo le he dicho, que no tenía que haberme regalado nada y él ha respondido con tanta sincerdidad, cómo me tiene acostumbrada, que me agradecía de nuevo ese gesto de dar. Le he dado mil veces las gracias y de paso le he dicho que le haré un postre.

A día de hoy sigue habiendo buenas personas, y Pablo sin duda es una de ellas.

Comentarios

  1. Gracias a personas así, tiramos p'alante en la vida.

    ResponderEliminar
  2. Bien por eso, que haya personas con las cuales llevarse bien.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Eres una afortunada de tener un vecino así.
    Que tengas un buen finde :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pepa.
      Sí que lo soy. Porque hoy en día es difícil encontrar una vecindad donde reine la paz. También tengo a una vecina que es muy simpática y de vez en cuando nos paramos hablar.
      Buen finde a para tí también.

      Eliminar
  4. Así debería ser siempre la vida vecinal. Un fuerte abrazo y a disfrutar de esos bombones!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo.
      Un abrazo y ya me he comido dos bombones, jijij. Están tan ricos....
      Buen finde.

      Eliminar
  5. Hola.
    Qué maravilla, así da gusto.
    Una de mis vecinas es así. Nosotros la ayudamos todo lo posible porque está sola y si se puede echar una mano, pues oye. Y ella también tiene gestos de ese estilo, si trae del pueblo castañas o fruta nos da, o si ve un libro que piensa que me gusta me lo trae.
    Me alegra mucho que tengas un vecino así, seguro que te lo mereces.
    Feliz noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola
      No cuesta nada ayudar a los demás. Es algo que aprendí muy bien desde pequeña. También te digo que es la primera vez que tiene este detalle y por eso me sorprendió, pero agradecida siempre porque valoro mucho el que se acuerden de mi, que llevo una recha que para quien la quiera.
      Gracias por tus palabras, Gemma. No sé si me lo merezo, pero es un buen hombre y su familia también lo es.
      Feliz finde.

      Eliminar
  6. Hola Mamen!
    Lo cierto es que lo de los vecinos es una lotería. Me ha gustado el detalle que has tenido con Pablo. Yo por mi parte no me puedo quejar.
    Buen finde, besos;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Mamen!
      Y tanto que es una lotería. Mis vecinos del cuarto, armaban jaleo de vez en cuando y daban unos gritos tremendos. Ahora la casa está vacía y a pesar de cómo eran (algo puñeteros, sobretodo él) los apreciaba.

      Gracias por tus palabras, Fran. La verdad es que Pablo es un buen tío y me cae muy bien. Y mira si es atento, que una vez me dijo. Oye, pongo muy fuerte la tele? Porque su salón y el mío coinciden pared con pared y a veces se oyen nuestras teles, jaja. Le dije que para nada.
      Feliz finde. Besos.

      Eliminar
  7. El peligro de los vecinos es que pueden pasarse por defecto, pero también por exceso. Yo también he tenido bastante suerte.
    Felicidades por Pablo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Afortundamente no es así. Me alegro que tú también tengas suerte. Porque cómo toque un tocanarices... telita.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Realmente se está perdiendo esa costumbre de llamar al vecino, o vecina, para pedirle alguna cosa. Hace muy poco, nuestra vecina del rellano nos pidió un huevo, je,je, pues no tenía suficientes para lo que quería hacer. Le dimos unos cuantos, por supuesto. No íbamos a ser tan rácanos, je,je. Pero ello me recordó cuántas veces, de niño, pasaban estas cosas. Sal, arroz, perejil, o lo que fuera.
    Hoy día estamos tan aislados de nuestra propia comunidad, que muchas veces ni siquiera sabemos cómo se llama ese vecino o esa vecina nueva y simplemente nos saludamos al cruzarnos de vez en cuando. Es una pena. Así que, cuando hay vecinos como Pablo y como tú, tenemos que celebrarlo. Un día por ti, un día por mí.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora la mayoría de los vecinos van a lo suyo. Yo con algunos ni nos saludamos, porque la educación de ellos brilla por su ausencia. No siempre voy a ser la que diga ¡Hola! y pasen de mí, cómo del resto de vecinos.
      Yo también recuerdo de pequeña pedir cosas a los vecinos. Y ellos venian a mi casa para lo mismo. Antes todo era más familiar y ahora no es lo mismo.
      Y tanto que hay que celebrarlo, porque los buenos valores se mantienen.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario