Parásitos

Tanto Gi Taek (Song Kang-ho) como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo (Choi Woo-sik), empieza a dar clases particulares en casa de Park (Lee Seon-gyun), las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles.

Una imágen estática nos sitúa en una casa situada en el subsuelo. Bajamos la vista para meternos de lleno en la vivienda, donde Gi, el hijo de una familia que subsiste como buenamente puede, esta preocupado por no tener señal wifi. Esta imagen, entre muchas otras que pululan a lo largo de la película, podría sintetizar Parasite de una forma precisa y concreta.

Este filme plasma muy bien la historia de la desigualdad social en todas sus variantes. Bong Joon-ho, da una vuelta de tuerca y cuenta desde el humor negro, con un punto de acidez y unas cuntas cucharadas de crueldad. Cómo es posible pasar del subsuelo a la superficie. Aunque para ello haya que convertirse en un parásito hablando literalmente.

El cinismo es un protagonista más, junto con el humor negro y la acidez que están presentes en el desarrollo de la película. 

Tiene un final con fotogramas marcados por la pusa de la cámara. Van de arriba hacia abajo, cómo diciendo, sueña lo que te plazca, pero desde el subsuelo. Y por otro lado me ha parecido un acabado poco pulido. Es cómo si el director la hubiera acabado con un pelín de prisas. Es el único "pero" que le pongo. Por lo demás, bravo por Bong Joon-ho.